Ahora estamos en Primavera, en teoría, eso toca. Y, digo bien, en teoría porque en esto del clima de la teoría a la praxis, ambas cosas son incongruentes. En realidad, casi todas las cosas son incongruentes cuando se trata de pasar de la teoría a la praxis. En teoría, prácticamente, todo es posible pero en el trayecto hacia la praxis emergen circunstancias que ni imaginamos, convirtiendo lo que fue teoría en una praxis que nada tiene que ver con lo pensado. Y si no, fíjense en la cantidad de teorías que nada tuvieron que ver, en su vida, con lo que fue la realidad final : "Amor mío, siempre te querré" "Te prometo que no lo haré más" "Tengo que cambiar de vida, pasar página" "No voy a fumar más"(esperen, por favor, que voy a encender un cigarrillo) "A estos canallas, no les vuelvo a votar" "Tengo que llamar a los amigos" "Esto no es nada, un grano que me ha salido" "No vuelvo a prestar un libro" "Esta mujer es un tesoro, jamás me abandonará" "Esta dieta, la voy a seguir siempre" "Mañana organizo el trastero" "No vuelvo a usar zapatos de tacón" "Estoy harto de que mi socio meta mano en la caja, ahora voy y se lo digo"...Y así, si continúo, no tendría suficiente papel virtual para exponer todas las teorías que, al final, en la praxis han resultado o bien una incongruencia o bien todo lo contrario.
Por eso, mi consejo es que no teoricen, dejen los teoremas para los pitagóricos, que la praxis es lo único seguro y, además, nadie escapa a ella. Dicho de otra forma, la realidad viene hacia nosotros por mucho que intentemos lo contrario. Siempre hemos pensado que la realidad es fruto de nuestros actos y deseos, nada más lejos de "la realidad". La praxis es un "ente" que, antes o después, nos pilla en la teoría. En síntesis, no es necesaria la teoría para que se produzca la praxis. Y con esta teoría, les dejo, me está esperando la praxis y...¡Vaya, usted, a saber, qué coño será!
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